El sector del regadío reivindica su importancia en la recuperación económica de España

La Federación Nacional de Comunidades de Regantes (FENACORE) ha presentado esta mañana el libro “Externalidades Positivas del Regadío” durante una jornada digital que ha inaugurado el Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, y cuya clausura ha estado a cargo de Cristina Clemente, subdirectora general de Regadíos, Caminos Naturales e Infraestructuras Rurales.

“El regadío es uno de los elementos fundamentales de la capacidad y fortaleza del sector agroalimentario”, ha dicho el Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación durante su intervención, donde ha resaltado, además, al regadío como "la joya de la corona" del sistema agroalimentario español. También ha apelado a la necesidad de un cambio generacional en el sector: “Necesitamos que los jóvenes se incorporen a la actividad agraria y solo lo lograremos si hay explotaciones rentables y con un futuro”. Asimismo, el ministro ha matizado que un 22,5%, un tercio de la producción española, tiene como origen el regadío, así como la urgente necesidad de mejorar las infraestructuras: “La superficie agraria útil tiene límites y el incremento de producción tendrá que estar vinculado a la innovación”. Para terminar, Luis Planas ha abordado los ejes estratégicos que la administración está llevando a cabo, entre los que se encuentra la reforma de la PAC, y se ha mostrado consciente de la situación que actualmente vive el regadío: “Debemos avanzar hacia escenarios de modernización que nos permitan reducir el uso de los recursos de agua”.

Gracias a su aportación al crecimiento económico y a la creación de empleo, el regadío debería considerarse un aliado indispensable para reconstruir España y trazar la hoja de ruta hacia un futuro sostenible. Andrés del Campo, presidente de Fenacore, que ha dado la bienvenida a los asistentes, así lo ha remarcado: “El sector del regadío es un aliado para constituir los objetivos que marcarán la hoja de ruta de la sostenibilidad ambiental y el reto demográfico, fundamentales para la recuperación de España y Europa”, y para ello, el camino a seguir es claro: “Debemos elevar el agua a una cuestión de Estado”.

Y, es que, regar no es solo esparcir agua sobre cultivos y plantas, sino que resulta fundamental para limpiar el aire y reducir la contaminación, garantizar la alimentación, evitar la despoblación de las zonas rurales en nuestra ‘España vaciada’, vertebrar y cohesionar el territorio o impulsar el desarrollo industrial, tal y como revelan las páginas del libro “Externalidades Positivas del Regadío” y la voz de sus autores en este acto. Julio Berbel, Catedrático de la Universidad de Córdoba y coordinador del libro, ha querido resaltar la necesidad de que la sociedad vuelva a recuperar el aprecio por el regadío.

La jornada también ha contado con algunos de los autores del libro, que han desgranado las principales contribuciones del regadío a nivel socioeconómico y medioambiental. Luciano Mateos, investigador del Instituto de Agricultura Sostenible del CSIC, es el autor del capítulo “El regadío y el paisaje”. Durante su intervención, ha hablado del papel que juega el regadío en la creación del paisaje y las razones que aportaría para conservar y recrear los paisajes culturales del regadío: “Hay que conservar los paisajes culturales del regadío porque son modelos de sostenibilidad en los que debe basarse la gestión integrada de los recursos hídricos que nos demanda la sociedad”.

Alfonso Expósito, profesor contratado Doctor en el Departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Málaga, ha escrito el capítulo “El regadío y la seguridad alimentaria”, en el que aborda hasta qué punto el regadío será fundamental para garantizar la alimentación en el futuro de una población creciente: “Numerosos estudios científicos demuestran que el regadío tiene un efecto positivo para garantizar la seguridad alimentaria y reducir la pobreza en el mundo”, ha comentado. Pero hace falta más: “Se necesitan políticas sociales y económicas que promuevan que la riqueza económica generada por el regadío se mantenga”.

Joaquín Melgarejo, director de la Cátedra del Agua de la Universidad de Alicante escribe, junto a Amparo Melián, profesora Titular del Departamento de Economía Agroambiental en la Universidad Miguel Hernández de Elche, el capítulo “El regadío y el desarrollo regional”. Durante la intervención de Joaquín, ha comentado las razones por las que el regadío es uno de los pilares básicos del desarrollo rural y regional: “El desarrollo regional de una buena parte de España se debe, sin duda, a la puesta en marcha de proyectos de regadío desde épocas remotas” y, es que, “el regadío fija la población y atrae mano de obra, rompiendo en algunos lugares el ciclo de la inmigración tradicional”, ha señalado.

José A. Gómez-Limón, catedrático de Economía Agraria de la Universidad de Córdoba, coescribe junto a Carlos Gutiérrez Martín, profesor titular de universidad en el departamento de Economía Agraria en la Universidad de Córdoba, el capítulo titulado “El regadío y la mejora socioeconómica”. Durante la jornada, Gómez-Limón ha hablado sobre la falta de apoyo social y político de la agricultura de regadío y de las consecuencias de esta falta de respaldo: “La falta de respaldo al regadío se traduce en que se tomen decisiones negativas que afectan no solo al regadío, también al conjunto de la sociedad”, resaltando, además, la necesidad de dar “un salto cualitativo” en la pedagogía social relativa al regadío.

Por su parte, Dionisio Pérez Blanco, investigador Distinguido de la Universidad de Salamanca y autor del capítulo “Los servicios ecosistémicos en la agricultura de regadío”, ha comentado los principales servicios ecosistémicos que genera la agricultura de regadío para la naturaleza y su importancia a nivel medioambiental, y que se perciben “como un bien gestionado de manera gratuita cuando en realidad conlleva unos costes”.

Luca Testi, investigador del Instituto de Agricultura Sostenible del CSIC, escribe junto a Álvaro López Bernal, doctor ingeniero agrónomo por la Universidad de Córdoba, el capítulo “El regadío y la mitigación del cambio climático”, en cuya intervención ha comentado hasta qué punto los sistemas agrícolas contribuyen al secuestro de CO2: “Muchos de los suelos agrícolas del mundo han ido perdiendo materia orgánica, lo que significa que la agricultura sigue siendo una gran capturadora de carbono”.

También participa en el libro José Ignacio Sánchez Sánchez-Mora, asesor técnico de Fertajo, escribiendo el capítulo “Los regadíos ante el cambio climático”. Durante la jornada, José Ignacio ha comentado las consecuencias del fenómeno en los cultivos de regadío y qué medidas se están adoptando para mitigar sus efectos. Así, el cambio climático traerá para los cultivos de regadío tres consecuencias: una disminución de las precipitaciones, un incremento del consumo de agua de los cultivos como consecuencia del aumento de temperatura y un aumento de frecuencia de fenómenos extremos como precipitaciones torrenciales y sequías. “El cambio climático provocará que haya menos disponibilidad de recursos hídricos para el regadío”, ha señalado.

Pese a los retos actuales que presenta el cambio climático, el sector tiene recursos. Y, es que, gracias a la modernización de los sistemas de riego, en la última década se ha logrado un ahorro próximo al 16% en el consumo de agua. En este sentido, Manuel Omedas, ex-jefe de la Oficina de Planificación de la Confederación del Ebro y autor del capítulo “El regadío y el binomio agua-energía en la transición energética”, ha abordado sobre la posibilidad de ahorrar agua y reducir el consumo de energía al mismo: “Los regantes, con sus producciones, no son depredadores del medioambiente, sino que contribuyen a la sostenibilidad alimentaria y energética de España”. Es más, “el agua, junto con el regadío, son un actor fundamental en la transición energética”, ha resaltado.

Finalmente, José Francisco Maestre Valero, profesor titular de la Universidad Politécnica de Cartagena, firma junto a Mariano Soto, secretario general de la C.R. Campo de Cartagena y coordinador de la Cátedra Trasvase y Sostenibilidad José Manuel Claver Valderas, el capítulo titulado “Aplicación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación en el regadío”. En este sentido, José Francisco ha explicado cómo el sector implementando las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación (TICs), el análisis de big data o el Internet de las cosas (IoT): “Las tecnificaciones en comunidades de regantes pueden incurrir en ahorros energéticos de hasta el 35%”, ya que, según ha señalado, “la implantación de sensores ayuda y mucho a los agricultores y a los técnicos de parcelas a programar de forma más eficiente los riegos”.

La jornada ha sido concluida por Cristina Clemente, subdirectora general de Regadíos, Caminos Naturales e Infraestructuras Rurales, que ha resaltado la imperiosa necesidad del sector del regadío en abordar la comunicación: “Es necesario comunicar con rigor y conciencia, pero también es necesario contar con una serie de estrategias de comunicación para llegar a la sociedad”.

Y, es que, el encuentro digital “Externalidades Positivas del Regadío” ha servido para poner en valor la aportación al crecimiento económico y a la creación de empleo por parte del regadío que, en palabras de Alejandro Maceira, fundador y director de iAgua y conductor del evento, “debería considerarse un aliado indispensable para reconstruir España y trazar la hoja de ruta hacia un futuro sostenible”. “Defender el regadío es defender el agua y la vida sobre la tierra”, ha concluido el presidente de Fenacore.